miércoles, septiembre 19, 2007

Variaciones sobre: ¿Por qué desear? de Lyotard

Para Lyotard, “filosofar no es desear la sabiduría, es desear el deseo”, y esta frase no es una más entre las que componen el texto, en realidad, condensa lo sostenido por el autor a lo largo de la conferencia.

En primer lugar, es importante destacar como se llega a hablar de la sabiduría, pues, si bien es posible verla presupuesta al hablar de filosofía, el autor realiza un rodeo necesario para enfocar el tema como lo desea. La sabiduría, la misma que es buscada por Alcibíades como objeto obtenible, es presentada por Sócrates de forma paradójica: por su ausencia, por su imposibilidad de tenerla o sostenerla, “porque se hunde, porque se le escapa entre los dedos, porque se sumerge”.

¿Por qué estas palabras atribuidas en un primer momento a la filosofía son tan pertinentes al hablar sobre la sabiduría? ¿Qué es lo que tienen en común al ser dichas por Lyotard? Para descubrirlo no hay que poner el acento en el contenido, sino en la forma: su forma sustantiva, no dice “filosofar” sino que dice “filosofía”, esto es, la filosofía como objeto, y aun mas, como objeto deseable. Y así, como tal, con su estructura propiamente contradictoria, porque en tanto objeto deseable se tiene pues sino no podría deseárselo, y no se lo tiene, no se lo conoce, porque sino no lo desearía.

¿Por qué entonces el texto se desarrollará sobre la pregunta: “¿Qué es filosofar?” y no, qué es la filosofía?

Lyotard busca establecer un puente entre el desear y el filosofar, y para eso se sirve de la propuesta de entender la sabiduría como la presencia de una ausencia, de una falta, y el filosofar “en escuchar esta ausencia y permanecer junto a ella”. Sin embargo, en tanto que esta presencia de una ausencia nos remite a “lo esencial del deseo”, esto es “la fuerza que mantiene juntas, sin confundirlas, la presencia y la ausencia”, nos invita a entender que el filosofar, como amar la sabiduría, es un desear que, esencialmente, nos dirige hacia el deseo mismo.

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lunes, septiembre 03, 2007

Mis Ganas de Vivir - de Melina Cebreiro

Estoy acá sola sin rumbo alguno... Pienso q quizás dios no quiso q yo viviera tanto tiempo no?... cuando imagino todo un mundo por delante y tanta gente que tiene toda una gran vida por vivir, mientras q a mi me queda tan poco.. no se si me merezco esto, lo q si se es q todavía tengo mucho por dar y sin embargo cuando el sol vuelva a salir tal vez ya no este mas aquí..
es algo extraño, algo difícil de explicar por que veo gente q me quiere, me admira y sin embargo en sus ojos no puedo notar ni una pizca de tristeza por lo q me va a suceder, no se si es q no saben o si no valoran lo q realmente soy… quizás ven mi belleza externa y lo q tengo por dentro?... eso vale mucho mas q dos alas llenas de colores… la gente no se da cuenta de eso, y en el vacío de este día muchos ojos me miraron y muchas manos me rozaron, pero nada ni nadie me ha preguntado si estoy bien, si necesito ayuda, si me gusta vivir, o simplemente algo q no me demuestre q son solo un grupo de personas interesadas por si mismas… necesito alguien q me demuestre algo de amor y afecto, ese q se tienen las personas q se aman, ese q te llena y te hace feliz, necesito q alguien me ayude a vivir.. por que todavía tengo mucho para dar.
El sol empieza a bajar y la luna aparece lentamente, llego mi hora de esconderme de las personas por que son tan superficiales q por las noche cuando tus brillos se apagan ellas dejan de admirarte… me escondo entre las ramas de un viejo árbol cansado, y me pregunto si quizás tendré la posibilidad de ver el sol brillar tan solo una vez mas.. siento el ruido del viento q mueve las hojas y trato de interpretar frases.. palabras de aliento.. pero lo único q encuentro es una noche fría q solo me brinda el deseo de morir, para q haber nacido?.. solo para disfrutar un día en el q encontré mas penas q alegrías?.. i para pasar una noche donde el correr de la brisa me avisa q mi fin esta llegando.. no entiendo, como alguien q tiene tantas ganas de vivir y corregir el mundo debe morir…El viento se ha calmado, y la mañana empieza a surgir, mis alas ya debilitadas ya no pueden resistir, me gustaría ayudar al mundo a poder sobrevivir, a convertirse y en un futuro, cuando dios me de la posibilidad de volver a abrir mis alitas en el mundo, ver como la gente valora la vida así como la puedo valorar yo.

autora: melina cebreiro

edad: 15 años


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